VENEZUELA: PAÍS VÍCTIMA DEL CAUDILLISMO
Existen muchas acepciones para el término de caudillo, los hay de diferentes colores y para todos los gustos, pero la idea romántica con la que se suele asociar a un caudillo es con la de aquella persona “predestinada” a traer orden y salvación donde viene reinando el caos e injusticia. En ese sentido, todos los países latinoamericanos han tenido su caudillo, militares en su mayoría, pero los han tenido.
Sin embargo y de acuerdo a sucesos históricos, podemos asegurar casi cabalmente que el caudillismo es un mal crónico que ha hecho daño a todo país en el que se ha enquistado, generando corrupción y populismo para maquillar las malas decisiones políticas de sus líderes de turno. Por ello, creo que debemos señalar cuál es el significado y origen de ésta bendita palabra que según la RAE se le asigna a el jefe absoluto de un ejército, hombre que encabeza algún grupo o dictador político.
O en otras palabras es aquél líder político elegido en secreto por una cúpula para así asegurar el bienestar y cuidado de sus intereses político-económicos, caudillo al que le “fabrican” una imagen de salvador para asegurar los votos de las zonas populares del país.
Siendo Venezuela un de los países con mayor producción petrolera desde 1998 y que además tuvo una época dorada de bonanza económica entre 1953 y 1957 durante el gobierno del General Marco Pérez Jiménez, mandato que se caracterizó por la extracción del crudo y por las construcciones de grandes infraestructuras en beneficio de la población, lo que le valió el ganarse la aceptación y popularidad de su pueblo. Pese a ello, no podemos dejar de mencionar que Pérez Jiménez llegó al poder mediante unas elecciones fraudulentas, puesto que al ver que perdería los comicios, el partido oficialista, del cual era candidato, rechazó las mismas y lo nombró presidente provisional de Venezuela. No es ésta acaso una muestra clara del caudillismo.

Nicolás maduro
Y no sería hasta las elecciones presidenciales de 1998 en que volvería a aparecer un nuevo caudillo –el más representativo del país-, quien sería el ultra conocido Hugo Chávez, que con ayuda de varios partidos políticos de izquierda tomaría el control de Venezuela ininterrumpidamente hasta el 2013, año en el que cedió sus responsabilidades como mandatario a su vicepresidente, el ultra detestado Nicolás Maduro, quien hasta la fecha no ha sabido replicar la carisma y popularidad del otrora líder de la Revolución Bolivariana o también llamado Socialismo del siglo XXI. La medida tomó por sorpresa a propios y extraños, ya que Chávez jamás dejó el poder pesé a las constantes críticas a su gestión como supuestos actos de corrupción y mucho menos cuando en el 2002 corrió el rumor de que se venía fraguando un golpe de estado en su contra liderado por altos mandos militares; pero si hay algo que puede hacer flaquear al caudillo más reacio a las críticas, eso es una enfermedad crónica y degenerativa como lo es el cáncer. Por ello y ante la incapacidad de continuar con el trajín que caracteriza a todo presidente, Chávez delega sus responsabilidades a quien hasta entonces nadie se imaginaba que podría fungir como su sucesor, Nicolás Maduro.

Hugo chávez en su juventud
Por su parte, Maduro no quería pecar de revisionista y por ello habrá imaginado que de continuar con las posturas de su antecesor le aseguraría un gobierno de lo más llevadero y sin inconveniente alguno, sin embargo, si hay algo que puede traerse abajo a un caudillo, eso es otro caudillo, más específicamente, Henrique Capriles, quien en la actualidad continúa ejerciendo el cargo de gobernador del estado de Miranda y que anteriormente había asumido la alcaldía de Baruta, región que forma parte de Caracas y donde logró reducir de 4705 delitos que se registraban al año, a tan solo 976 delitos; lo que le ayudó a perfilarse como un líder político que “sabía hacer las cosas”.
Pero bueno, seamos realistas, cualquiera pudo haber tomado ese “cargo”, solo era necesario un poco de decisión política ya que con un país sumido en la peor crisis político-económico-social de su historia, no era extraño el esperar que el descontento de su población “produjera” un nuevo caudillo que los liderara hacia la victoria. Si bien Capriles viene jugando al golpe de estado desde que Chávez ésta en el poder, sus ansias de gobernar se han visto incrementarse durante el mandato de Maduro, quien como ya dijimos en un inicio, n supo replicar el carisma de Chávez Farias; además de tener una bomba de tiempo entre sus manos, la cual estaría tarde o temprano ante la menor chispa, y esa chispa tendría nombre y apellido propio, Henrique Capriles.

Henrique capriles durante una protesta en Venezuela
Está bien, quizás exagere, tal vez tamaña responsabilidad estuvo en las manos –por un momento- de Leopoldo López, político y líder opositor al gobierno de Chávez, quien según una publicación de Los Angeles Time, estuvo inmerso en el golpe de estado en Venezuela del 2002, indicando que “orquestó las protestas públicas en contra de Chávez y jugó un rol central en el arresto ilegal del ciudadano Ministro del Interior, Ramón Rodríguez Chacín”. Pese a ello, en febrero organizó una manifestación en Caracas, la cual no fue autorizada por el Municipio Libertados de Caracas, lo que llevo a que los protestantes sean fuertemente reprimidos por la Guardia Nacional Bolivariana, ocasionado 43 muertes, entre ellas de oficialistas y de opositores. Debido a estos actos y otros que la Fiscalía General de la República de Venezuela eran “instigación pública, daños a la propiedad en grado de determinador, incendio en grado de determinador y asociación para delinquir”, es que fue condenado en el 2015 a 13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas de prisión.
Y es así como uno de los caudillos más carismáticos y de mayor pegada tanto con el pueblo venezolano como con instituciones internacionales vio extinguirse sus posibilidades de tomar el control del Estado, ahora es uno de los presos políticos más importantes del país llanero y por quien organismos pro derechos humanos han puesto los ojos y alzado la voz de protesta sobre lo que sucede en Venezuela.

leopoldo lópez detenido por fuerzas del orden de venezuela
Pero ¿qué es lo que sucede realmente en el mencionado país? Pues antes de la Presidencia de Nicolás Maduro, Venezuela ya enfrentaba un tipo de escasez ocasional, debido principalmente a la alta inflación e ineficiencias financieras del gobierno durante la Revolución Bolivariana. El aumento de la escasez comenzó a producirse en 2005, con un 5% de los artículos no disponibles, según el Banco Central de Venezuela. Por su parte el gobierno nacional ha tomado una serie de políticas económicas, entre ellas el control de precios, que en lugar de solucionar la situación, contribuyó al alza de los mismos en el mercado negro y a su desaparición en el mercado oficial, que en conjunto generan estancamiento de la economía nacional. Al justificar la declaración de emergencia económica, Maduro culpó de la crisis a la "guerra económica" que -según dice- promueven actores internos venezolanos junto a Estados Unidos, al que responsabiliza por la caída de los precios del petróleo.
Según el mandatario, Venezuela es objeto de un boicot económico que incluye ataques contra la moneda y el control de cambios, la fijación de precios especulativos y el contrabando hacia otros países de gasolina y de productos básicos, entre otros. Sin embargo, para el economista Ángel Alayón, "el gobierno de Venezuela tiene un control directo sobre la distribución de alimentos en Venezuela" y la distribución de todos los alimentos, incluso entre las empresas privadas, es controlada por el gobierno. El economista afirma que el problema no es la distribución, sino la producción, ya que "nadie puede distribuir lo que no se produce". Entonces, con toda esta información recopilada y vertida aquí, es un poco más sencillo trazar una línea sobre por qué se encuentra en esta grave situación el país de Bolívar, si bien es cierto que las malas medidas político-económicas tomados debido a la bonanza que venía disfrutando, juegan un rol importante, tampoco es descabellado pensar que grandes grupos de poder hayan confabulado para ahora, darle el golpe final que hacía tiempo querían estancarle a Venezuela, y esta conjura se debe a los constantes ataques que dio en su momento tanto Hugo Chávez como Nicolás Maduro a los líderes políticos, fuerzas económicas e instituciones más poderosas del orbe, escudándose claro en los beneficio que le daba ser uno de los países con mayor producción de petróleo.

SIMÓN BOLIVAR
Ahora, cómo es que Venezuela llegó a estar gobernada y acosada por sendos caudillos hambrientos de poder, ésta duda de dilucida fácilmente trayendo a colación la figura de Simón Bolívar, libertador de Hispanoamérica, personaje de la historia que pese a su preparación militar fue un genio militar y visionario, sin embargo, pese a su curriculum libertador, ocupa uno de los sitiales más importantes en la historia del caudillismo de América Latina, y el caudillismo es todavía el corazón del problema latinoamericano. John Lynch, en la nueva biografía de Bolívar, señala que los fracasos del libertador se debieron a factores ajenos a su control, que la gesta del líder de la independencia fue víctima de los tiempos que le tocaron vivir, ya que finalmente terminó personificando el pecado original de las repúblicas latinoamericanas: elitismo, autoritarismo y una pasión sin límites por la “ingeniería social”, la cual es la práctica de obtener información confidencial a través de la manipulación de usuarios legítimos, en pocas palabras, corrupción acompañada de soborno. Ni Venezuela ni Latinoamérica necesita de más caudillos, estos solo le hacen más daño a la democracia y a la gobernabilidad del mismo, además que todos los caudillos de ésta parte de América han terminado muy mal sus últimos días, basta con saber que “El libertador” murió en 1830 solitario, repudiado por las naciones a las que había liberado y desgobernado, esto pese a dedicarle los últimos 20 años de su vida –desde 1810- a la gesta independentista.
Acaso era eso lo que quería Leopoldo López ¿quedar como un mártir? ¿Eso quiere también Henrique Capriles?