ya acabó su novela

Europa habla Merkel

Publicado: 2016-04-22


Para nadie es ya un secreto que Alemania es el eje principal de la economía mundial, especialmente dentro de su continente Europeo. El partido Unión Democrática Cristiana (CDU) teniendo al frente a Angela Merkel obtuvo por tercera vez consecutiva la mayoría de votos dentro del parlamento, consiguiendo así un 42% frente a 25,7% de sus rivales Social Demócratas (SPD) y pese a quedarse tan cerca de obtener la total mayoría, el resultado la ratificó como la mujer más poderosa de Europa, al tiempo que la coloca en la vitrina de los grandes de la política alemana como Adenauer y su propio mentor político Helmuth Kohl.

Todo eso sucedió un ya olvidado 22 de Setiembre del 2013, tal vez una fecha cualquiera para todo nosotros ciudadanos de a pie, pero no para los analistas políticos y opinólogos de café o de borrachera –esos que con unas cervezas de más dan cátedra de política económica, fútbol, leyes de sociedad, etc.

Han pasado ya 2 años y Merkel ahora tiene 61 años, un país mucho más fuerte de cómo lo recibió en su momento hace ocho años y lo más importante; el título de la política más influyente del país, de la Unión Europea y del planeta, axiomas para nada desdeñables.

Redescubriendo a la canciller

Pero ¿Quién es Angela Merkel? La mayoría al escuchar su nombre relacionamos rápidamente Alemania, Canciller –lo mismo que Presidente en esta parte del mundo- Euro; pero NADA MÁS, es más creemos tiernamente que al ser una política europea, es una persona mucho más vulnerable y socia; seguimos manteniendo esa estúpida idea de que todos los políticos del mundo son iguales o que manejan las mismas técnicas de publicidad –léase besar bebés ajenos, usar ropa típica de la zona en cuestión, etc.

Pese a la continental importancia de la figura de Merkel, la canciller alemana es una política excepcionalmente privada y reservada, para nada exhibicionista o grandilocuente.

Incluso para los mismos alemanes es una mujer difícil de conocer, pese a que llevan con ella al frente del gobierno ocho años y acaban de darle un mandato de otros cuatro, que de cumplir a cabalidad, la convertirá en la europea que más ha permanecido en el poder, superando incluso a la misma Margaret Thatcher.

El hecho mismo de intentar comunicarse con Angela Merkel era ya una misión imposible, ni siquiera el mismo Andrew Marr de la BBC logró conseguir una entrevista, así aquí optamos en hacer un perfil de la canciller alemana, al igual que nuestro colega Marr, basándonos claro está en declaraciones de personas que estuvieron, vivieron y compartieron muy cerca a Merkel.

Su infancia fue formada en medio de la Guerra Fría. Su padre –pastor luterano- socialista celebró innumerables reuniones cargadas de política en su seminario y mientras crecía, era testigo de intensos debates en su hogar. La joven Angela tuvo que aprender a ser discreta por temor a llamar la atención de la Stasi, la policía secreta alemana.

La desintegración de la Unión Soviética produjo un remolino en la política alemana. Las conversaciones de café se convirtieron en protestas callejeras, los movimientos se convirtieron en partidos políticos, las personas trataron de tomar el control de su país por primera vez. Fue este mundo al que Angela Merkel decidió entrar a la edad de 35 años.Merkel, quien tiene un doctorado en química cuántica, empezó a destacar dentro del mundo floreciente de la nueva política alemana.

"Ella no parecía preocuparse por su aspecto exterior en lo absoluto", dice Lothar de Maizière, quien fue el último primer ministro de la Alemania Oriental.

"Parecía un típico científico de Alemania Oriental que llevaba una falda holgada, sandalias de Jesús y el pelo muy corto" agregó.

El canciller alemán Helmut Kohl quería a una mujer de bajo perfil y de la antigua Alemania Oriental para su primer gabinete después de la reunificación. De Maizière justamente recomendó a Merkel. Comenzando como ministra de la Mujer, poco a poco escaló posiciones, convirtiéndose en ministra del Medio Ambiente.

Pero en 1999 la tranquila joven de Templin sorprendió a todos. Resultó que Helmut Kohl, quien la llamaba su maedchen o niña, había estado depositando donaciones en un fondo secreto para recompensar a sus amigos. ¿Algún parecido con nuestros políticos? Sí, hasta en las más altas esferas.

Nadie parecía dispuesto a enfrentarse a Kohl, pero Angela Merkel se negó a seguir al resto. En un artículo de primera página en un influyente periódico conservador, denunció a su exmentor y lo exhortó a renunciar. Fue un impresionante acto de parricidio político y colocó a Merkel en ruta a lo más alto de la política alemana.

"Una de las cosas que la gente no siempre entiende de ella es que es... en realidad, una operadora política despiadada", dice Jonathan Powell, quien la conoció cuando era jefe de gabinete del primer ministro de Reino Unido. Hasta aquí, podríamos definir a Merkel como una mujer con un carácter anormalmente complejo y de múltiples capas, como nadie en la política mundial.

El momento decisivo de sus ocho años de mandato llegó con la crisis financiera de la eurozona. Grecia reveló una gigantesca -y difícil de manejar- deuda pública. Y pronto se supo que otros países se encontraban en una situación desesperada muy similar. Pero a medida que Europa esperaba a ver si Alemania estaría de acuerdo para rescatar a los miembros de la eurozona o forzarlos a resolver sus propios problemas, Merkel fue criticada por reaccionar con demasiada lentitud.

"Sólo se puede gestionar una crisis si pones a tu favor a un montón de gente", dice Ursula von der Leyen, quien ha trabajado en cada uno de los gabinetes de Merkel desde 2005.

Angela Merkel es demasiado inteligente como para cometer cualquier error que le pudiera costar la cabeza o la alta popularidad que hasta el momento ha sabido ganar; ella siempre supo dónde quería terminar, por eso supo tomarse el tiempo necesario para encontrar la manera de que todo el mundo pudiera estar de acuerdo.

Pero qué motivo a una científica el convertirse en la mujer más poderosa del mundo título refrendado en cinco ocasiones (2006, 2007, 2008, 2009 y 2011) por la revista ´Forbes´. Tal vez fue el factor familiar, al tener a un padre de tendencias políticas muy marcadas o quizás aquellas palabras dichas por su progenitor cuando Merkel tenía 30 años: “Angela, la verdad es que no has llegado muy lejos en tu vida”.

Economía, comercio, relaciones internacionales, alianzas... Cuando de Europa se trata, ninguna decisión puede tomarse sin antes consultar a ‘The decider’, sobrenombre que las altas cúpulas de la política europea han otorgado a la mandataria alemana.

De esta forma y con el pueblo alemán de su lado, ha conseguido aplacar a quienes la criticaron ferozmente durante su meteórico ascenso en la política (en tan sólo 15 años pasó de afiliada de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania a canciller del país), pero ha causado el desdén de otros tantos: “Es un trasero mantecoso impenetrable”, llegó a decir de ella el siempre polémico ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi.

Pero para lograr que Alemania permanezca financieramente impoluta, Merkel ha debido aplicar medidas drásticas y muy estrictas: congeló los salarios, reformó el mercado laboral y estableció una férrea política de austeridad. Quizá por eso no resultan descabelladas las constantes comparaciones con la ex primera ministra de Reino Unido Margaret Tatcher. Además, ella y ‘La dama de hierro’ son las únicas mujeres que han presidido el G-8 y el Consejo Europeo. Sin embargo, las diferencias son mucho más importantes que las similitudes. De su pasado de la Alemania Oriental viene su fuerte creencia en la solidaridad social y de trabajar con los sindicatos, cree en un sistema político basado en la coalición, es amante del consenso y, cuando le conviene, la lentitud en la toma de decisiones.

Se dice que el haber estudiado Física en la Universidad de Leipzig y el tener un doctorado en Química Cuántica ha influenciado en su estilo para gobernar.

“Merkel tiene éxito porque domina la política como si se tratara de un asunto científico: mientras más complicado el teorema, mayor la concentración para resolverlo”, sostiene Dirk Kurbjuweit, editor político del semanario ‘Der Spiegel’, la revista de mayor circulación en Europa.

Poco se sabe de su vida personal. No tiene hijos y en su página web asegura que le encanta visitar el campo en compañía de su esposo, el eminente químico Joachim Sauer. No es amante del maquillaje ni de la moda. De hecho tuvo que recurrir al mismo estilista de la supermodelo Claudia Schiffer para mejorar su imagen y ganar la simpatía de sus connacionales.

Quienes la conocen aseguran que detrás de su aspecto hosco y su fría mirada azul, habita una mujer de admirable empatía y sentido del humor. Pero que sabe actuar cuando es necesario. “Si se tira a Merkel a una piscina llena de pirañas, al poco tiempo solo flotarán en el agua las espinas”, advierten los miembros de su partido.

Y muestra de esa fuerza incontrastable es el haber tenido tal vez la semana más agitada de Europa en medio de su agenda personal; Kiev, Moscú, Múnich, Washington, Ottawa, Minsk y Bruselas fueron las ciudades-destino donde Merkel aplicó incansables esfuerzos para lograr un acuerdo de paz en Ucrania y mantener a Grecia en la zona euro le valieron elogios hasta de sus críticos más feroces en Alemania. ¿Cuál es su secreto? Uno de sus asesores dijo que la líder conservadora simplemente tiene resistencia y concentración, además bebe mucha agua.


Escrito por

Ernesto del Prado

Periodista, escritor, amante de la música y los tatuajes. Lector apasionado.... jpvv1991@hotmail.com


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