ya acabó su novela

JUNTA MILITAR DE RAFAEL VIDELA (EX PRESIDENTE Y EX DICTADOR DE ARGENTINA)

¿Nueva izquierda latinoamericana o despotismo populista?

Publicado: 2015-01-11



DELANO ROOSEVELT

La leyenda va más o menos así, corría el año 1940, y el secretario de Estado Norteamericano, Corden Hull, le mostraba al otrora presidente de estado Franklin Delano Roosevelt una carta que en su interior contenía una invitación que la Casa Blanca enviaría al dictador nicaragüense Anastasio Somoza García, -quien se mantuviera en el poder durante 22 años ininterrumpidos- un ya conocido cleptócrata y violador de los derechos humanos.

-Pero… este tipo no es un hijo de puta? –preguntó un sorprendido Roosevelt.

-Sin duda- respondió Cordell Hull-, pero es NUESTRO hijo de puta.

De esa manera se marcaría el hito en cuanto a los principios de política exterior norteamericana más extendidos en el mundo durante la Guerra Fría: la tolerancia, apoyo y promoción de dictadores de todo tipo- y todos muy hijos de puta- que sirvieron de contención a la amenaza del comunismo; avalados claro por su homólogo norteamericano. Lo demás ya es historia conocida, el telón de hierro se vino abajo y muchos de esos “hijos de puta adoptivos” fueron perseguidos por la justicia; muchos capturados y pagando sus atrocidades en prisiones.

Tal vez, hoy por hoy ya no se vea a los otrora “hijos de puta”, pero sí, en la actualidad nos enfrentamos a algo peor: la llamada nueva izquierda latinoamericana. Ya sin padrinos, pero qué duda cabe, continúan aplicando la norma fundamental y demás postulados claves de sus mentores; destacando claro: La demagogia.

Aquí nos centraremos en tres actuales presidentes latinoamericanos: Cristina Fernández de Kirchner, Rafael Correa y -el último, pero no menos importante-, Nicolás Maduro


LA REINA CRISTINA

Cristina Fernández de Kirchner “La reina” Sería una hipérbole el no creer que tras el legado de su ex esposo, ella tomaría rienda del partido político dejado por su difunto y creerse la salvadora de Argentina. La mayoría de porteños, tanto taxistas, desempleados y ciudadanos de a pie la consideran “La bruja”. Tal vez dicho apelativo se lo ha ganó a pulso. Y si eso no es suficiente, una anécdota la pinta de cuerpo entero.

Los reyes de España y los Kirchner se hallaban a orillas del glaciar Perito Moreno cuando repentinamente un grupo de periodista ávidos de las exclusivas –como la mayoría de comunicadores-, empezaron a gritarle a la reina Sofía: “!Reina, Reina, por favor, unas palabras!”. La elegante Sofía solo atinó a sonreír sin siquiera voltear, pero Cristina, muy argentina ella, se dio media vuelta y preguntó: “¿Cuál reina, cuál de las dos?”.

Y por si fuera poco, su biografía autorizada lleva como modesto nombre: REINA CRISTINA.

Pero si hay un periodista argentino que no tuvo miedo en hacerle frente a la Reina Cristina; ese fue Jorge Lanata, el único periodista –cabe mencionar que la mayoría de canales de televisión estaban de lado de su Reina- quién nunca se dio por vencido y digamos fue la espina en el zapato de la Kirchner; al develar que durante el gobierno de su esposo, Néstor Kirchner se llenó los bolsillos con millones de euros , fruto de chantajes y robos al erario argentino perpetrados por el ex presidente argentino las cuales eran sacadas ilegalmente del país y tenían como destinos “paraísos fiscales” suizos, seguro con la certeza de que nunca serían hallados o investigados. Lanata ya contaba con un programa de televisión en donde no perdía oportunidad alguna para soltar cada “bomba” que desestabilizara e hiciera causar ebullición dentro de la olla a presión que se venía cocinando durante el gobierno de la Kirchner.

Para una dictadura, lo más fácil es callar de por vida a aquellas personas que le son incómodas al “gobierno”, muchos amenazan de muerte o los sobornan; pero ninguna de estas técnicas fueron utilizadas con Jorge Lanata, a él prefirieron “matarlo”con el ráting. Fiel a su estilo dictatorial, Cristina ordenó a la televisora nacional, la que transmite todos los partidos en señal abierta, que programe el choque Boca Juniors-Newell`s a la misma hora que el programa conducido por Lanata “Periodismo para todos”. Y contra todo pronóstico Lanata apareció vestido con traje deportivo y con una pelota en mano, leyendo la medición del rating: promedio total 28.1 para su programa y 16 para el fútbol. El periodismo goleó a la corrupción, manipulación y populismo barato.


"¿golpe de estado? todo bien"

Rafael Correa: ¿Sobreviviente de un golpe de estado? Rafael Correa es tal vez el responsable de acuñar el término de “socialismo del siglo XXI”, así como ser el único presidente latinoamericano en no salir corriendo en pijama durante un golpe de estado, sino que se prestó para el show –y se aprovechó de él- para mostrarse como víctima y despotricar a todos aquellos que querían ¿desestabilizar el desarrollo de Ecuador durante su mandato? Lo del golpe de estado aún no está del todo esclarecido, muchos opinan que fue una jugarreta, tan solo basta ver las fotos en las que aparece con una máscara de gas y resguardadopor miles de policías y claro, los medios de comunicación – a su servicio- siempre presentes para victimizarlo.

Claro que para alguien que contaba con el 50% de aprobación y mayoría en el congreso, no le sería nada complicado convencer a los ciudadanos que “eso”, el golpe de estado fue organizado por desadaptados o tal vez militares que estaban en contra de su forma de gobernar el país.

Víctima o no, supo hacer su negocio. Secuestrado o no, cercado por los sublevados contra su voluntad, Rafael Correa desde la sala de Hospital de policías donde se encontraba y a través de su celular, declaróestado de excepción, anulando de esta manera llas garantías constitucionales de los ecuatorianos. Asimismo le otorgó el control total del país a las fuerzas armadas ¿Les recuerda algo al régimen nefasto de Alberto Fujimori? Pues sí, tienen muchas cosas en común. No hace falta ser Stephen Hakwking para darse cuenta.

Y si le quedan dudas en cuanto las similitudes con nuestro ex dictador, solo bastaría mencionar que se las arregló para elaborar una nueva constitución, la misma que le permitiría quedarse en el poder hasta el 2017. ¿Casualidad? Que cada uno saque sus propias conclusiones. Además, si hay un mérito que se merece ese es el de ser el único presidente ecuatoriano en “sobrevivir” a un golpe de estado. Teniendo en cuenta que en los últimos quince años, ningún presidente elegido democráticamente en dicho país ha logrado culminar su mandato. Durante tales años, Ecuador ha tenido cuatro presidentes electos, cuatro presidentes interinos, dos juntas de gobierno y tres constituciones políticas. Una postal que quedará registrada en la mente de todos los ecuatorianos es en la que aparece Correa en medio de los protestantes y mientras se arrancaba los botones de la camisa vociferaba a voz en cuello: “¡Si quieren matarme, mátenme que aquí estoy!”, postal que dio la vuelta al mundo.

Ecuador es sin duda alguna el país donde se aprende a hacer política y a gobernar mediante los golpes de estado y Correa parece ser el alumno más aplicado en toda la historia de ese “curso teórico/práctico”.


EL SUCESOR DE CHÁVEZ

Nicolás Maduro: El sucesor de una típica revolución Venezuela se perfila como el país latinoamericano en representar la piedra en el zapato de los Estados Unidos –y de todos sus presidentes-. Pero esto no es ninguna nueva historia, desde que Hugo Chávez tomara el control del país de Bolívar no perdió oportunidad alguna para mostrar su rechazo al país del Tío Sam y de qué manera, elevando de forma considerable el precio de los barriles de petróleo; uno de los recursos naturales más solicitados por el mencionado país. Además de ser el aliado principal de Cuba y de su líder Fidel Castro, así como de toda revolución con tintes izquierdistas. Muerto Chávez, un segmento de la población venezolana mostró su esperanza en el cambio del rumbo político del país, sin embargo, nadie imaginaba que aparecería un “sucesor” de la revolución bolivariana igual –o hasta incluso peor- de fanático que su antecesor. Y es que con la aparición de Nicolás Maduro, la polarización en Venezuela no solo no ha cesado sino que se han incrementado las protestas sociales de manera considerable. Nada nuevo de que sorprenderse, así como no fue una sorpresa la posición y medidas del nuevo presidente.

Rechazo total a las protestas y represión a todo movimiento social en contra del régimen presidencial.

Basta con repasar la última ola de protestas que se desataron durante el gobierno de Maduro y sus disparatadas declaraciones; como de que Hugo Chávez le hablaba tomando la forma de un canario o que soñaba con el ex presidente, quien en tal estado de inconciencia le dictaba las medidas políticas que debería tomar su “ahijado”.

Ahora, esto nos podrá parecer gracioso, pero lo que no tiene nada de gracia es la forma en que está llevando políticamente al país el presidente Maduro.

Su estado, para congraciarse con la población que apoyó la revolución, está regalando departamentos a los más necesitados, una medida populista muy utilizada por estas revoluciones de izquierda, las que sin ideología política consistente recurren a lo más fácil: despilfarrar de manera irresponsable el erario nacional con tal de “comprar votos” para una nueva elección o declaraciones positivas para las estadísticas.

Total, el fin justifica los medios.

Esta revolución que junto a la cubana han sido consideradas los ejemplos del triunfo de una nueva izquierda ya han costado miles de vidas y un número igual de exiliados y de autoexiliados, quienes para evitar la represión prefirieron dejar sus países y enfrentarse a otras realidades con tal de ser libres y vivir tranquilos, sin el miedo a que una noche derribaran la puerta de sus casas y se llevaran a sus seres queridos sin la esperanza de volverlos a ver.

Con esto llegamos a la conclusión de que el populismo es la peor herramienta utilizada por un mandatario, sea este de izquierda, derecha o ambidiestro. Es la peor manera de mantener tranquilos a los ciudadanos y de tratar de paliar el descontento social. Así como lo peor que pueden hacer los ciudadanos es el aceptar tales “regalos” por parte de su presidente. No debemos olvidar que las dictaduras siempre vienen acompañadas de su dosis de demagogia y sazonada con una pizca de represión.

No esperemos a que todos los países de esta parte de américa se vuelvan amantes de tales posturas políticas y mucho menos apañemos ni aprobemos dichas “propuestas”.

El futuro depende de nosotros y sobretodo, es nuestra responsabilidad elegir presidentes con sabiduría y a conciencia.

Aprendamos de un solo error y no tropecemos con otro obstáculo en el difícil camino hacia la democracia; además, para eso está la historia, para aprender de los errores del pasado y evitar cometer los mismos en un presente o futuro no muy lejano.


Escrito por

Ernesto del Prado

Periodista, escritor, amante de la música y los tatuajes. Lector apasionado.... jpvv1991@hotmail.com


Publicado en